Rev. Angel Triminio

He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

2 Timoteo 4:7-8

With great sorrow, we announce the passing of Pastor and Bishop Angel Triminio on January 2, 2025, at the age of 67, after a brave battle with an autoimmune condition following his heart transplant. His miraculous heart transplant extended his life, allowing him to return home and share his miracle with his family and congregation, and also to say his final goodbye. Born on July 6, 1957, in Morazon Yoro, Honduras, Angel’s life was defined by his deep faith, love for people, and selfless service. He was a devoted husband to Roxana Triminio and is survived by his children—Angel, Cynthia, Jonathan, Roxanita, Adrian, Jacqueline, and Jeannette—and his beloved grandchildren—Angel Jr., Khloe, Lukas, Riley, and Luna. He is also survived by his siblings Rosa, Bertha, Gloria, Gladys, and Orlando, and the Triminio family, and his family of the faith. For 25 years, Angel pastored Iglesia de Dios de Kingston, where his leadership impacted countless lives. He planted five churches and mentored several churches, spreading the gospel and building communities of faith locally and internationally. Known for his generosity, Angel was a man who saw a need and acted on it, whether by providing for the poor, giving his last possession, or supporting those around him. Pastor Angel’s life was a living testament to Acts 20:35: "It is more blessed to give than to receive." He modeled this principle every day, especially in his love for children and his constant encouragement to others to live with kindness, humility, and faith. As we mourn the loss of a father, husband, pastor, and friend, we are comforted by Angel’s unshakable faith. His final words before his heart transplant were, “I’ll see you here, or I’ll see you there,” reflecting his confidence that his ultimate destination was with the Lord. We will miss his beautiful smile, his crystal-blue eyes, and his unwavering love. Angel leaves behind a legacy of love in action, faith, and service to others, which will continue to inspire us. We find peace in 2 Corinthians 5:8: “We are confident, yes, well pleased rather to be absent from the body and to be present with the Lord.”

Con gran tristeza, anunciamos el fallecimiento del Pastor y Obispo Angel Triminio el 2 de enero de 2025, a la edad de 67 años, después de una valiente batalla contra una condición autoinmune tras su trasplante de corazón. Su milagroso trasplante de corazón extendió su vida, permitiéndole regresar a casa para compartir su milagro con su familia y congregación, y también para despedirse como si supiera que sería su último adiós. Nacido el 6 de julio de 1957 en Morazán, Yoro, Honduras, la vida del PASTOR estuvo marcada por su profunda fe, su amor por las personas y su servicio desinteresado. Fue un esposo devoto de Roxana Triminio y le sobreviven sus hijos—Angel, Cynthia, Jonathan, Roxanita, Adrian, Jacqueline y Jeannette—y sus queridos nietos—Angel Jr., Khloe, Lukas, Riley y Luna. También le sobreviven sus hermanos Rosa, Bertha, Gloria, Gladys y Orlando, y toda la familia Triminio, y su familia de la fe. Durante 25 años, Angel pastoreó Iglesia de Dios de Kingston, donde su liderazgo impactó innumerables vidas. Plantó cinco iglesias y mentoreó varias más, llevando el evangelio y construyendo comunidades de fe tanto local como internacionalmente. Conocido por su generosidad, Angel fue un hombre que veía una necesidad y actuaba en consecuencia, ya fuera proporcionando para los pobres, dando su última posesión o apoyando a quienes lo rodeaban. La vida del pastor fue un testimonio vivo de Hechos 20:35: "Más bienaventurado es dar que recibir." Modeló este principio todos los días, especialmente en su amor por los niños y su constante aliento a los demás para vivir con bondad, humildad y fe. Mientras lloramos la pérdida de un padre, esposo, pastor y amigo, nos consuela la fe inquebrantable del Pastor. Sus últimas palabras antes de su trasplante de corazón fueron: “Sino te veo aquí, te veo alla”, reflejando su confianza de que su destino final estaba con el Señor. Extrañaremos su hermosa sonrisa, sus ojos azul cristalino y su amor inquebrantable. Angel deja un legado de amor en acción, fe y servicio a los demás, que continuará inspirándonos. Encontramos paz en 2 Corintios 5:8: "Estamos confiados, sí, y bien contentos, más bien deseamos estar ausentes del cuerpo y presentarnos al Señor."